Los ecologistas amenazan con acudir a la Fiscalía si el Gobierno de Aragón no actúa para proteger al cernícalo primilla
La asociación naturalista Ansar ha solicitado al Gobierno de Aragón la parada inmediata de cuatro parques eólicos en los Llanos de Plasencia, en la provincia de Zaragoza, entre los ríos Huecha y Jalón, por su letalidad con aves protegidas y advierte que no descarta recurrir a la Fiscalía si no se paralizan.
En una nota de prensa, Ansar lamenta que el mayor dormidero en migración para el cernícalo primilla (Falco naumanni) en la zona noreste de España está «sitiado» por 300 aerogeneradores, todos autorizados de forma reciente e «irresponsable» por parte del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga).
Según los ecologistas, el cernícalo primilla ha perdido la mitad de sus efectivos durante la última década, al pasar de 1.209 parejas reproductoras -según datos oficiales del año 2009- a 663 parejas -en el año 2016-.
Sin embargo, denuncian que el Inaga ha autorizado nuevos aerogeneradores a 600 metros de lo que debería ser un espacio natural protegido y acusan al Gobierno de Aragón, que tiene un plan de protección para esta ave, de «máxima dejadez en sus funciones medioambientales».
Muertes constatadas
Tras constatar que, al menos, han muerto 15 cernícalos primillas en los parques eólicos de nueva construcción de La Nava, Los Cierzos, Tinajeros y La Muga 3 -propiedad de Forestalia y del grupo Brial, situados en las comarcas de la Ribera Alta y el Campo de Borja-, Ansar se dirigió al Departamento de Industria del Gobierno de Aragón para exigir la «inmediata parada» de estos aerogeneradores, así como de aquellos otros situados en las inmediaciones del dormidero.
Aseguran asimismo que el Gobierno de Aragón, a través de su Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca, tiene constancia de, por lo menos, la muerte en parques eólicos aragoneses hasta abril de este año de 18 ejemplares de cernícalo primilla, como reconoció el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, en respuesta a una pregunta de IU, en la que agregaba que en los cuatro citados parques eólicos había constancia oficial de la muerte de 127 animales de especies protegidas.
Datos que para Ansar son «la punta del iceberg de una realidad muchísimo peor«, dado que muchos animales muertos desaparecen por parte de depredadores o porque no llegan a ser localizados entre la vegetación y la orografía del terreno.
Para Ansar, «sembrar» de parques eólicos el entorno de tan importante dormidero de cernícalos primillas supone «un agravante más en la desidia medioambiental que desde hace años viene demostrando por activa y por pasiva el departamento que dirige Joaquín Olona y también por parte del Inaga».